lunes, 15 de septiembre de 2014

Katatay - José María Arguedas





Poema quechua de José María Arguedas, que da título a su único libro-poemario, publicado en 1972.  Se publicó antes en  la revista Kachkaniraqmi (N° 2, Lima, 1966) y en la revista  Alcor (N° 39-40, Asunción, 1966). Al pie del original Arguedas  explica las circunstancias que inspiraron este poema: "Escribí este himno luego de haber visto bailar a mis hermanos, hijos del pueblo de Ishua residentes en Lima".

Katatay

Yactay puyus katatachkan
warmikunapa llaki puyu songonwan tupaykuspa.
¡Ama katataychu, llaki,
kunturpa sombranmi hamuykuchkan!
- Imapaqmi hamun chay sombra
aukikunapa sutinpichu
icha Jesus yawarninpa kamachisganchu.
Manchakunin, taytallay.
- Ama katataychu;
manan yawarchu
manan auki wamanichu; Intipa kancharayninmi kuntur rapranpi hamuchkan.
- Manchakunin, taytay.
Intiqa kañanmi, uywuakunata, kausayta.
Orqokunapis, may sacha sachakunapis
yarqasqa machaqway, Intip churin.
- Manan Intichu, sonqonpa kusiy, qapaq kanchariynillanmi
kunturpa sombra ñawimpi hamuchkan.
Manan Intichu; kanchariynillanmi.
¡Sayay, sayariy! Chay mana chanin kunturpa ñawinta
chaskiy; katatay paywan.
Hatun yunka sachakuna hina, kuyuy,
qapariyta kachaykuy.
¡Huñunakuychik, llaqtay runa
kanchiriywan katataychik!
Amaru yawarta upyaychik;
rauraq yawarqa kunturpa ñawinman chayanmi,
cieluta huntanmi tusuchinmi,
qaparichinmi, chay qori yawar.
Paqariy, taytay, vida, runachallay runa,
ancha kuyana.


Temblor

Dicen que tiembla la sombra de mi pueblo;
está temblando porque ha tocado la triste sombra del corazón
de las mujeres.
¡No tiembles, dolor, dolor¡
¡La sombra de los cóndores se acerca!
—¿A qué viene la sombra?
¿Viene en nombre de las montañas sagradas
o a nombre de la sangre de Jesús?
—No tiembles; no estés temblando;
no es sangre; no son montañas;
es el resplandor del Sol que llega a la pluma de los
Cóndores
—Tengo miedo, padre mío.
El Sol quema; quema al ganado; quema las sementeras.
Dicen que en los cerros lejanos
que en los bosques sin fin,
una hambrienta serpiente,
serpiente diosa, hijo del Sol, dorada,
está buscando hombres.
—No es el Sol, es el corazón del Sol,
su resplandor,
su poderoso su alegre resplandor,
que viene en la sombra de los ojos de los cóndores.
No es el Sol, es una luz.
¡Levántate, ponte de pie; recibe ese ojo sin límites!
Tiembla con su luz;
sacúdete como los árboles de la gran selva,
empieza a gritar.
Formen una sola sombra, hombres, hombres de mi pueblo;
todos juntos
tiemblen con la luz que llega.
Beban la sangre áurea de la serpiente dios.
La sangre ardiente llega al ojo de los cóndores,
carga los cielos, los hace danzar,
desatarse y parir, crear.
Crea tú, padre mío, vida;
hombre, semejante mío, querido.



miércoles, 3 de septiembre de 2014

"Alelí", "Plantita de alelí" o "Florcita de alelí": huayno peruano



"Alelí" o "Plantita de alelí"

Este huayno popular se ha cantado y se canta con variantes de letra en
Junín, Ayacucho, Arequipa y Cusco, principalmente
Se practican versiones estilizadas en el noroeste argentino  (Rosario, Salta, Jujuy, etc.)



(1)
(una versión de Ayacucho)

Alelí, alelí,
florecitas de mi jardin
que bonito color tienen
color de mis esperanzas
que bonito color tienen
color de mi (...) interior

Paloma torcaza
a qué has venido tan lejos
abandonando tu nido
sacrificando tu pueblo

Amigos, parientes
de qué me sirven para mi
cuando yo lloro, no lloran
cuando yo sufro, no sufren

Los tigres, los leones
en su lóbregas montañas
cuando yo llore, llorarán
cuando yo sufra, sufrirán

Zambachallay, flor de canela
Perlaschallay, flor de azucena
[...] 



(2)

(una versión de Junín y Ayacucho)

Alelí, alelí,
qué bonita flor eres tu 
color de mis esperanzas 
color de mis ilusiones

Amigos, parientes
de que me sirven para mí
cuando yo sufro, no sufren
cuando yo lloro, no lloran

Los tigres, los leones
en su lóbregas montañas
al verme llorar, llorarán
al verme sufrir, sufrirán


[...]