sábado, 24 de diciembre de 2016

Navidad peruana


Feliz Navidad y Próspero año 2017 


Nacimiento (también llamado "pesebre" o "belén")  Cusqueño - Feria tradicional de Arte Popular Cusqueño, SANTURANTIKUY 2014
Foto que pertenece a este FB

jueves, 22 de diciembre de 2016

domingo, 11 de diciembre de 2016

"La memoria del mundo inca. Guaman Poma y la escritura de la Nueva Corónica"


Aporte sustantivo a un mejor conocimiento de la "Nueva Corónica" de Felipe Guamán Poma de Ayala

"La memoria del mundo inca. Guaman Poma y la escritura de la Nueva Corónica"

Jean-Philippe Husson (Editor)
Rolena Adorno
Ivan Boserup
Augusta Holland
Viviana Moscovich
Amnon Nir
Juan Ossio
Audrey Prévôtel
José Carlos de la Puente
Jan Szemiñski
Herminia Terrón

(Lima : Fondo Editorial de la PUCP y Apus Graph Ediciones, Colección Estudios Andinos 19, 2016)





viernes, 25 de noviembre de 2016

José Gabriel Condorcanqui "Túpac Amaru II"


José Gabriel Condorcanqui Noguera "Túpac Amaru II" (Surimana, Canas, 19 de marzo de 1738 - Cuzco, 18 de mayo de 1781).  Curaca de Surimana, Tungasuca y Pampamarca
Óleo sobre lienzo. Fernando Saldías Díaz





miércoles, 23 de noviembre de 2016

Agenda cultural peruanista en España (nov. 2016)



EL PERUANISMO SE IMPONE EN ESPAÑA
Escribe Giancarla Di Laura


Cada vez es más evidente que la mejor embajada cultural del Perú en el extranjero es la de sus propios intelectuales. Sin ellos, la imagen del Perú queda apenas en la promoción del cebiche, Machu Picchu y la Inka Kola. El hecho se confirma esta semana con la presentación de dos libros fundamentales sobre nuestra historia y literatura colonial, periodo que sigue ofreciendo claves importantes para entender nuestro país el día de hoy. Se trata de Lima fundida. Épica y nación criolla en el Perú, de José Antonio Mazzotti, y del Auto de la fe, celebrado en Lima el 23 de enero de 1639, del cronista Fernando de Montesinos, editado y coordinado por Marta Ortiz Canseco y Esperanza López Parada.


Ya hemos comentado el estudio de Mazzotti en esta misma página el domingo 6 de noviembre, anunciando su presentación en Lima esa semana. Se trata de una lectura minuciosa de la poesía épica y las crónicas de convento escritas en y desde Lima con la intención de configurar un ideario criollo de largo alcance histórico como “nación étnica”, según la denomina Mazzotti. El ensayo de largo aliento busca reformular nuestro concepto de nación monolítica y dar paso a una pluralidad étnica cuyo reconocimiento en situación asimétrica puede ayudarnos a imaginar una coexistencia más digna como país. El estudio de Mazzotti se desarrolló por cerca de veinte años e incluye fuentes literarias, históricas y políticas de rigor y originalidad.
El lunes 21 de noviembre tuvo su presentación en Madrid, donde fue comentado por la académica española Judith Ferré y el conocido escritor e historiador peruano Fernando Iwasaki. Este analizó los méritos del libro de Mazzotti y comentó que el nacionalismo étnico criollo tiene un carácter limeñista desde su propia definición. A esto Mazzotti dio su parecer aceptando que el nacionalismo criollo es en realidad nacionalismo limeño, pero haciendo la salvedad de que se sigue tratando de un fenómeno de clase y de antecedentes culturales y raciales, lo que explica la discriminación que aún existe en la ciudad y el resto de nuestro país desde los grupos supuestamente blancos hacia las mayorías.


Por su lado, la crítica literaria Marta Ortiz Canseco habló de su edición del Auto de la fe, un texto de 1639 que relata con lujo de detalles el proceso seguido a decenas de comerciantes judíos portugueses en Lima a fin de controlar su poder económico y a la vez eliminar cualquier viso de herejía en la Ciudad de los Reyes. El debate suscitado inmediatamente después dio cuenta de la complejidad del papel de la Inquisición en nuestra historia virreinal y de la necesidad de leer con nuevos lentes el complejo mundo de la época, en que criollos y peninsulares se encontraban en constante negociación para dominar el reino ultramarino frente a cualquier intento de desvío religioso.


El estudio del Perú se robustece también esta semana con el gran congreso internacional “El Inca Garcilaso en dos orillas: conmemorando los 400 años de su muerte”, que se inagura hoy en la Universidad de Alicante y corre hasta el viernes 25. Este evento es el más grande dedicado a Garcilaso durante el presente año, que ha sido de muchas celebraciones y homenajes rendidos en España, Estados Unidos, Canadá, Cuba, el Perú, Chile y Argentina. El congreso de Alicante es organizado por la misma Universidad de Alicante y la Asociación Internacional de Peruanistas, y cuenta con más de cincuenta ponencias dedicadas al gran historiador cuzqueño.


Asimismo, incluye presentaciones de libros sobre Garcilaso y abre con una exposición de lujo de la pintora peruana Borka Sattler, quien ha creado una serie de retratos del Inca Garcilaso especialmente para este congreso. Con el evento la figura de nuestro primer mestizo expande su visibilidad internacional y sirve de inspiración para nuevos acercamientos y debates acerca de nuestro país en otras partes del mundo. Larga vida a los estudios peruanistas.


 

Homenaje a Antonio Melis




HOMENAJE A ANTONIO MELIS
Día: Jueves 24 de noviembre de 2016
Hora: 7 p.m.
Lugar: Casa Museo José Carlos Mariátegui: Jr. Washington 1946-Lima
Ingreso libre 

La Casa Museo José Carlos Mariátegui tiene el honor de rendir homenaje al profesor Antonio Melis, con motivo de su reciente fallecimiento en la Paz – Bolivia mediante un conversatorio y la presentación del Boletín Cultural, cuyas líneas fundamentales versan sobre la vida y pensamiento de Antonio Melis en relación con José Carlos Mariátegui.

Antonio Melis, quien nació en Italia, Vignola, en 1942, fue un estudioso de la literatura, miró el mundo a través de ella, lo entendió para desplegar posibilidades como el enfoque de la literatura latinoamericana. Además, su orientación marxista, le permitió analizar el pensamiento y la obra de Mariátegui desde una perspectiva heterodoxa y amplia reconociendo la amplitud humanista y universal del Amauta que evidencian su pensamiento diverso y original.
 

El Boletín Cultural, editado especialmente en su honor, ha sido escrito por intelectuales que se destacan por la amistad, las lecturas compartidas y las experiencias que tuvieron con Melis. Entre ellos cabe destacar los artículos de Osmar Gonzales; Wilfredo Kapsoli; José Carlos Mariátegui Ezeta; Rodja Bernardoni; Gustavo Espinoza; Guther Maihold; Eugenio Chan Rodríguez; Eduardo Gonzáles; José Luis Ayala; Rosina Valcárcel; Fernanda Beigel; Ricardo Portocarrero; Vicente Otta; Rodrigo Montoya; Antonio Rengifo; César Lévano, quienes desde una profunda reflexión y un panorama diverso nos enseñan quién fue Antonio Melis y cuál fue su gran interés por Mariátegui.
 

Asimismo, se ha organizado un conversatorio en donde participan destacados investigadores: Vicente Otta, José Carlos Mariátegui Ezeta, Ricardo Portocarrero, Antonio Rengifo, Gustavo Espinoza, Eduardo Gonzáles, quienes comentarán sobre Melis que dedicó buena parte de su producción intelectual al estudio sistemático de la obra de José Carlos Mariátegui y fue uno de los peruanistas y latinoamericanistas más destacados.
 
 
ORGANIZA:
CASA MUSEO JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

miércoles, 16 de noviembre de 2016

"Allin Kawsay", "Sumaq Kawsay": constructo discursivo

Solo voy a copi-pegar un debate de interés para saber cuánto hay de constructo dicursivo en esta frase de raigambre lingüística quechua, puesta muy en boga a nivel internacional desde el año 2008 más o menosLa finalidad principal ha sido desbrozar a partir de ella, toda una nueva "filosofía" desde los pueblos indígenas andinos  frente al materialismo del capitalismo occidental .  Esta expresión ha sido usada en el Perú en forma espontánea, pero no en todas las áreas de habla quechua; en unas más que otras, con variado rango de connotaciones o significaciones, y  en casos de procesos iniciados de aculturación, no.
Este debate es de FB, a partir del 12 de nov. del 2016, iniciado por el escritor de raíz quechua-chanka, Freddy Roncalla.  Es  incompleto y tal vez se sigue dando con más aportes. Se copi-pega con respeto, viendo que no hay intromisión en detalles de vida privada.



Fredy Roncalla Una pregunta para todos, con urgencia, ¿saben como se gesta el uso reciente del termino buen vivir? ¿Y es posible que el equivalente en quecha: allin kawsay no haya existido antes de que se pusiera de moda ese termino? Tengo la impresion que el famoso allin kawsay es una traducciom literal de un término en español, y no al revés. Mismo, teta asustada, que no existe en quechua, y fue un invento atropológico para una pelicula orientalista. Bueno, revisar esto ya que hay varias cuestiones de poder, resistencia, y chanchullos oenegeros alrededor.  Nispalla nichkani.

Victor Vera Moyoli Yo no tengo pruebas para decir que es así sin embargo, personalmente me parece que es como supones Fredy.
Es decir, casi seguro, que es inventado.
Pero el autor de eso y sus seguidores me matarían si afirmo eso y creo que tienen razón porque no tengo pruebas.
Sin embargo, algo parecido, sí debe existir en el Mundo Andino.
De ahí que le doy su crédito al autor o divulgador de ese término que creo saber quién es y que es un peruano que estudió filosofía. Reconozco que tiene su mérito divulgar esto aunque no necesariamente exista ese término y con exactamente las mismas características en el Mundo Andino.
De probarse que fue un invento, no deberiamos dejar de valorar el aporte de divulgar una filosofia más centrada en la cosmovision andina, sin llegar a mi criterio, a ser una cabal cosmovision andina. 

Luis Illaccanqui Lo más seguro, es que es un calco del castellano. 

Fredy Roncalla Gracias Victor y Luis, a ver si averiguamos un poco mas. Todo esto me suena a trafa, Saludos 

Ronald Corazao Yo escuchaba a los descendientes de Incas en las punas de Huacahuasi que empezaban siempre
Allinllachu papay wiracocha
el prefijo allin existia 

Gloria Caceres  Allin kawsay, con el equivalente de "buen vivir" lo he escuchado en estos ultimos años, aqui en la capital, a personas que estudian filosofia, derecho. Y creo que en Ecuador hay un movimiento con ese nombre y conozco a un abogado que esta investigando sobre ese movimiento. En mi pueblo, no recuerdo haber escuchado a personas monolingües esta expresión. Otra cosa es la existencia del termino "allin" como bueno, bien

Yaneth Sucasaca Allin = buen, bien y kawsay=vivir, es una traducción literal del español y estoy casi segura que no es un término que utilicen los quechuahablantes. 

Jube Quispe Mi madre, cada vez que intercambiaba en q'intu u ofrecía la vianda a los Apus, siempre solía decir: "Allín Kausananchispaq, sumaq kausanispaq". Ella, como mis abuelas, no conoció la modernidad, ni la cultura escrita, mucho menos el idioma castellano

  

Fredy Roncalla Pero Ella decía 'allin kawsay' en abstracto ?
Jube Quispe Ehh allí la cuestión. La abstracción, que conocemos como teoría o incluso metafísica, no existía, ni existe en las filosofías no modernas. Los significados y sus significantes regularmente son y fueron desde y para lo cotidiano, lo cual no quiere decir que carecían de utopías. Sumak kausananchispa era justamente el utopos (deseo) de y para la familia cósmica
Fredy Roncalla no existe la abstracción nominal pero si la discursiva
Jube Quispe cabal
Jube Quispe Fredy Roncalla y compas, siempre será difícil comprender y explicar la racionalidad simbólica desde y con categorías de la razón lineal occidental. En ese sentido, es comprensible la inquietud sobre el origen del "paradigma" del sumaq kausay, suma qhamaña (aymara), ñandereco (Guaraní) o sus equivalentes en los idiomas mayas, aztecas etc. Pero, sí existen equivalentes
Fredy Roncalla De acuerdo a esto el allin kawsay no sería un producto 1) de la razón lineal occidental 2) bueno para los discursos de las ongs?
Jube Quispe Los "descubrimientos" o valoraciones siempre serán situados. De allí que dicho término, ahora, como moda, cobra diferentes matices, incluso hasta idílicos


Gloria Caceres la expresion "allinllachu kachkanki?" Estas bien? " -Ari, allillanmi". Si, estoy bien. Aqui la acepcion es "bien". Pero en la expresion: Allin runa = hombre bueno. De donde deduzco que "allin kawsay" es una expresion de estos tiempos para caraterizar una forma de vivir buena, equilibrada
Fredy Roncalla En allin runa allin es adjetivo, en allin kawsay allin es adverbio moninalizado junto a kawsay, no sería gramaticalmente más 'correcto' allin kawsana?
Gloria Caceres allin kawsana, no seria el buen vivir, sino como una concrecitazacion del buen vivir, como algo que debe ser "allin kawsana kachkan"

Fredy Roncalla Es un neologismo?

Gloria Caceres para mi, allin kawsay, podria ser un neologismo
Gloria Caceres y el "mal vivir" como se podria decir en quechua?
Yaneth Sucasaca Es un neologismo utilizado más por la academia
Yaneth Sucasaca "Millay kawsay"?
Gloria Caceres otro neoloogismo?
Yaneth Sucasaca Claro, nunca he escuchado a mis paisanos usar esos términos
Yaneth Sucasaca Aunque quién sabe, tendría que investigarse en las diferentes zonas para poder afirmarlo rotundamente

Niel Agripino Palomino Gonzales Estás en lo cierto, Fredy Roncalla, es una concepción castellana expresada en castellano y traducida literalmente al quechua. Considero que no les interesaba pensar vivir bien o vivir mal; simplemente vivían. Me atrevo a decir que lo mismo ocurre con akllay wasi, yachay wasi, hisp'ana wasi, etc.

Gloria Caceres concuerdo contigo

Niel Agripino Palomino Gonzales Entre los meses de enero, febrero, marzo y abril de este año estuve en Paccarectambo (cuna de los Hermanos Ayar). Conviví con los comuneros y, como quechuahablante materno, conversé con ellos en quechua y les grabé sus diálogos. Era para mi tesis de maestría en Lingüística Andina. Mi tema de tesis es Préstamos Lingüísticos en el quechua de Paccarectambo. A estas alturas de mi tesis ya puedo concluir que el quechua de ese lugar está repleto de préstamos. Nadie dice yachay wasi; sino, iskuyla, kulikyu, unibirsidas. Nadie dice hisp'ana wasi, sino, bañu. Nadie dice pacha, sino, tinpu. Nadie dice qilqay, sino, iskirbiy. Nadie usa ñawinchay (leer) como propone la Academia Mayor de la Lengua Quechua - Cuzco, sino, liyiy, liyishanmi, liyirapuway. Nadie habla de allin kawsay, ni sumaq kawsay. A demás allin es bien y bueno es kusa (perfecto, justo, efectivo, equilibrado). En suma, allin kawsay es una invención de "estos tiempos" de un intelectual, creo que es Javier Lajo.
Gloria Caceres también en mi pueblo se usa kusa, allin, etc.

Gerardo Renique Por supuesto que es un invento. Acaso no todas las tradiciones no tienen un inicio? A mi modesto entender el buen vivir surge de una constelacion de conocimientosy luchas de la que participan tanto indigenas como campesinos, no indigenas y ambientalistas. Constelación que surge de los encuentros, coordinaciones y organizaciones regionales e internacionales de por lo menos los ultimos veinte anos años. En las que han sido muy activos indigenas andinos amazonicos. Darle paternidad - o maternidad - a "las ONGs" - es quitarle agencia historica a los indigenas.

Fredy Roncalla Gerardo Renique como intelectual indígena y andino cuestionar el término no significa quitarle agencia a nadie de los pueblos indígenas, pero si la canibalización de esta agencia por las ongs del norte. Por ejemplo en un reciente encuentro en Ecuador los españoles se creían y actuaron como dueños de su chacra. Datos precisos más tarde

Niel Agripino Palomino Gonzales Ah, sino es abuso, aunque me salga del tema. En el distrito de Paccarectambo hay una comunidad llamada Ayusbamba. Allí casi todos habitantes están siendo enajenados: ya no creen en la Pachamama ni en los Apus. Dicen que eso es propio de los demonios de los enemigos de Jehová. Ya no picchan sus cocas, en vez de chicha toman refresco. El ayllu se ha desarticulado y entre hermanos se han dividido. Uno de los hermanos llama Satanás, lo niega como hermano al otro solo porque el otro sigue creyendo en los apus. La responsable de esta alienación es la Iglesia Testigos de Jehová. Ellos también hablan de Allin Kawsay. Las señoras confiesan que desde el bautizo ahora viven bien. Sus maridos ya no se emborrachan ni en casa generan violencia familiar. "Jehová diosñiy raykun allin kawsayta tarikuyku". (Gracias a nuestro dios Jehová hemos encontrado el buen vivir), confiesan.

César Itier Si, el concepto de sumaq kawsay es producto de la actividad de ONGs catolicas, como lo muestra el inetersante articulo de Philipp Altmann que te acabo de mandar por mail. Aunque introducido desde fuera no deja de tener ecos en la cultura propia, de ahi su éxito.

Julio Muky Tayta Fredy,
Trabajé alguna vez en un proyecto con comunidades nativas de la selva peruana, cuyo nombre era "El buen vivir". Independientemente de si el término en quechua es una nueva nominación (la lengua es creativa, recursiva, cambiante), pero no un neologismo (neologismo es inventar nuevas palabras y que yo sepa allin y kawsay siempre han existido); esta denominación apunta a una convivencia armónica del hombre con la naturaleza, con el medio ambiente. La pregunta reluce por sí misma ¿la cultura andina no tenía o tiene ese matiz ecologista y armónico?
En Sicuani nunca he escuchado esa combinación de palabras, pero si era (es) muy común allinta kawsasun, allinta kawsaychis, etc.
Lo que creo es que se ha tratado de definir esa característica ecologista y armónica, no solo de la cultura andina, en la lengua de cada cultura. Yo creo que eso es válido. Se tiene que dar nombre a toda acción.

Eduardo Gonzalez-Cueva Pero aquí hay dos discusiones, cierto? Una es la legitimidad lingüística del término en quechua, y otra la legitimidad del concepto.
En ambos casos se presupone que la legitimidad equivale a autenticidad de origen, lo que es problemático.
En términos lingüísticos, importa la eficiencia del término, más que su origen. Varios han expresado este punto. Si "Allin kawsay" gana usuarios esa es la única legitimidad que necesita.
Por otro lado está la pregunta por el concepto mismo (más allá del idioma en que se expresa). Esta es una pregunta de legitimidad política y creo que el proceso de articulación sigue contingencias históricas. No creo que la participación de ongs lo incapacite.
La irritación de Fredy Roncalla parece ser hacia un posible exotismo u orientalismo. Aquí la clave no es, sin embargo, quién usó el término, si no si gana un espacio y prueba ser efectivo.
A nivel comparativo valdría la pena hacer un paralelo con el término "ubuntu" usado en Sudáfrica para acompañar el proceso de transición y reconciliación. No he visto literatura sobre su origen, pero hay abundante literatura sobre su uso político. De hecho, fue incluido como principio constitucional en Sudáfrica.

Adela Reategui Ismodes Es de Origen Europeo, propuesto por el sociologo Portugues Buenaventura Santos y se refiere a vivir de acuerdo a las necesidades de la vida y de las personas y de las comunidades en concordancia con el medio ambiente y no del capital. Ese termino marca la diferencia. Tiene mayor enfoque en salud, cultura, educacion y todo lo que hace agradable la vida de las personas. El tiene su blog en linea.

Wilfredo Herencia Yo he leído por algún lado el "sumac kawsay" como significado de "el buen vivir"

A Condori AY Yo empezaría a buscar al culpable: Simón Yampara Huarachi. Es la cabeza intelectual que está detrás de "suma qamaña" y por tanto de "allin kawsay". La cosa es relativamente reciente.

A Condori AY  http://revistas.unab.edu.co/index.php?journal=reflexion&page=article&op=view&path[0]=1270

Carolina O. Fernández Bien vivir y no buen vivir, se encuentra en la Nueva crónica y buen gobierno

Fredy Roncalla En qué página o sección? Querida Carolina O. Fernández

Carolina O. Fernández envío enlace
Carolina O. Fernández
http://www.contextualizacioneslatinoamericanas.com.mx/numeros_anteriores/contextualizaciones_n_3/pagina/pdf/n3_contex/ortiz.pdf
Carolina O. Fernández Aníbal Quijano. Des/colonialidad y Bien Vivir. Un nuevo debate en América Latina.  Cátedra América Latina y la colonialidad del poder. 2014
Carolina O. Fernández envié el libro a tu correo, pues no pude por este medio.
Fredy Roncalla Gracias,

Ulises SanJuan Acabo de hablar con Luis Morató, el profesor de quechua en OSU. El es quechuahablante de Cochabamba y está muy cerca de los 80 años. El me dice que la expresión Allin Kawsay síempre ha existido. Significa tener una buena relación o equilibrio con la comunidad, plantas, animales y la Pachamama. Por si acaso, el profesor Morató es anti MAS pero admirador y sobrino de Jesús Lara. Entonces, se puede especular que el concepto fue una creación del indigenismo boliviano y del movimiento indígena de los años cincuenta del siglo pasado. Ya sabemos que Jesús Lara inventó de buena fe muchas cosas y se las atribuyó a los quechuas. C. Itier tiene mucho que decir sobre estos asuntos.

Ulises SanJuan Sería fascinante hacer una arqueología de este saber indígena/indigenista. ¿Quién se atreve?

Fredy Roncalla Ya lo estamos haciendo Juan, ayer empezando esto por teléfono mencionaste el buen salvaje, te gustaría añadir algo Ulises SanJuan?
Ulises SanJuan Te comenté un lugar común. En Allinkawsay se nota un reciclaje del rollo del buen salvaje con el discurso New Age. Sus promotores más visibles en Europa han sido los grupos Alborada e Indiógenes, en el caso peruano. Lo interesante es que esta propuesta ha tenido pegada en los inmigrantes andinos o población de este origen en Lima.

Carolina O. Fernández esa tarea ya empezó

Fredy Roncalla Nos podrías hacer un pequeño resumen? Carolina

Carolina O. Fernández Digo que ya empezó, pues hay mucho interés por todos lados, entre ellos los dos textos que te he enviado

Fredy Roncalla Si, los voy a leer juntos los que van llegando

Carolina O. Fernández habría diferencias abismales entre buen vivir y bien vivir
Jube Quispe son antónimos

Yulino Dávila Buen vivir
El «Buen vivir» en castellano actual o de uso de los últimos tiempos, tiene que ver directamente con la frase que viene del francés y que se utilizaba antes aun: Bon vivant = (etimología): Del francés bon ("buen") y "vivant", "vividor".
Amigo del buen vivir. Persona bohemia o dandy. Cultivar la ociosidad, la elegancia o gustar de la buena mesa y bebida, incluso la extravagancia en el vestir, pueden estar dentro de los rasgos del bon vivant. / Conocí en Barcelona una Cafetería con ese nombre Bon vivant, y que vendían productos seleccionados y exquisitos / lo que hoy se denomina también con la palabra extranjera (voz inglesa), delicatessen. // En Lima, existe un supermercado un poco más exclusivo que los otros y se llama Vivanda, que viene y tiene que ver con esta expresión.
Esta frase, «Buen vivir» se asimila bien a la lengua castellana, porque existen frases afines en su significado y en su construcción: el buen hacer, el bien estar, etc. y de uso con más recorrido en el tiempo.

Yulino Dávila En España, se utiliza todavía la expresión tal cual en francés, Bon vivant ,para expresar de alguien que es persona de buen vivir.
Bernardo Rafael Álvarez De lo que se deriva el "¡Qué buena vida!", dirigida a los holgazanes. :)

Carlos Bernales   Es Guaman Poma quien en relación a "Buen Gobierno" trata del "bien vivir" como desarrolla Aníbal Quijano, en su artículo "Bien vivir para redistribuir el poder" - Los pueblos indígenas y su propuesta alternativa en tiempos de dominación global.https://senospermitemsonhar.files.wordpress.com/2010/12/bien-vivir-quijano.pdf
Tengo en proceso un libro gráfico que me forzó a leer "Coronica y buen gobierno" y encontré allí el concepto "sapsi", que surge de la idea de que la tierra, la Pachamama, es de todos y por lo tanto de todos el fruto de sus entrañas. De acuerdo a tal concepto, que imagino reinó con fuerza durante la era de Pachacutec, cuando su compañera Mama Anahuarque, creó las casas de refugio para los inhabilitados, niños ciegos, jorobados, sordos, mudos, etc. a los cuales consideró "tocados por el Padre Illapa", para darles connotación, (según datos de María Rostorowsky), los frutos de la tierra se repartían para todos incluyendo a los discapacitados que no lo eran del todo porque alguna habilidad se aprovechaba de ellos.
Buen o bien vivir, un concepto andino ya da la vuelta al mundo y tiene sentido "como una existencia social alternativa" (Quijano) y desde mi modesto punto de vista, es parte de la creación heroica e histórica de nuestro pueblo al proyecto colectivista de un nuevo mundo. El mundo socialista.

Fredy Roncalla   Hola Carlitos he leído la nueva coronica tres veces, pero no recuerdo ese término de buen vivir en Waman poma. Yo tengo mis reparos al concepto de 'colonial idea del poder pero esa es otra discusión. Lo que sí es cierto es que necesitamos la cita exacta sobre buen vivir en la nueva coronica y no una interpretación. Respecto a sapsi ese término está en varias partes de la nueva coronica, y parece que es bastante similar al término layme, lo cual da campo para su resemantizacion. Qué bien que estés trabajando un libro gráfico en la línea de Waman poma. Abrazo

Luis Jochamowitz Garibaldi Pocas veces he visto un post tan erudito y productivo. Te felicito Fredy.

Fredy Roncalla Gracias Luis

Jube Quispe  Estimado Fredy Roncalla, genial saber que la inquietud por la "ontogénis" del sumaq kaway persiste. Será difícil encontrar referencias bibliográficas genuinas en civilizaciones ORALES, Quizás escuchar la mirada y el discurrir de algunos ancianos/as en algunas comunidades de las alturas andinas dilucidarían las dudas.




"Ama sua, Ama Llulla, Ama Kella": trilogía moral inventada por criollos y peruanistas europeos 

Sobre el carácter espúreo de la trilogía moral incaica

Juan Wallparrimachi: un mito construido

"Vivir bien": palabra hueca que no sirve para nada - Silvia Rivera Cusicanqui




viernes, 4 de noviembre de 2016

sábado, 29 de octubre de 2016

Textiles Wari (Perú)

Textiles Wari (Perú)
Periodo aproximado del 500 al 1000 d.C.

Para su confección se seleccionó como materia prima el algodón, plumas de aves y lana de camélido, confeccionaron tapices y tejidos para la élite y gorros, de dos y cuatro puntas.

Sus motivos son geométricos, figuras antropomorfas, zoomorfas y motivos abstractos, representan la iconografía que se represento en la cerámica.

Los colores elegidos corresponden amarillo, dorado, rojo, blanco, azul, dentro de las representaciones realizadas, se destaca la figura de la deidad con dos báculos, como las figuras antropomorfas aladas, adoptadas de la civilización Tiahuanaco, Bolivia, tambien posee influencia Nazca,

Foto 1- Tejido Huari, 500-1000 d.C, se aprecian las figuras de monos, aves, camélidos y posiblemente insectos Museo de América de Madrid.

Foto 2- Corresponde a un tejido en el que se represento una figura antropomorfa con posible representacion de gorro de dos o de cuatro puntas, en los pies se representaron cabezas felínicas con sus fauces abiertas, Sociedad Huari,

Foto 3- Gorro de cuatro puntas en el que se represento, la deidad con báculos, junto a otras figuras antropomorfas con tocados radiados, Sociedad Huari, Museo Regional de Ica.

Por: Adrian Alejandro Mendoza.
alejandromendozaarqueologia@hotmail.com

(tomado de FB)


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De Illapa al Patrón Santiago o Tayta Shanty


Patrón Santiago o Tayta Shanty

Santo muy venerado en las fiestas ganaderas de la sierra centro y sur peruana.    Santiago  ("matamoros" que pasó a ser "mataindios") fue el santo protector de los conquistadores,  armados de potentes arcabuces.  En la sierra peruana,  este santo  conserva rasgos sincréticos del dios prehispánico Illapa, dios del trueno; en la costa central, una figura igualmente relacionada es el dios Libiac.  Las fiestas, las danzas, la música  y el arte popular dedicados a este ícono de la religiosidad popular rural, son muy profusas.



Relieve tallado y policromado en piedra de Huamanga, forrado en hojalata
Ayacucho, siglo XIX

Chuspa



Chuspa (o ch'uspa)
Diseño: escudo peruano
Lana de oveja
Cusco


Pectoral chimú



Pectoral chimú
Algodón, Spondylus, Conchas
La Libertad-Perú
Museo Etnológico de Berlin 

(Foto: Martin Franken) 
 

"Las Pallas"

Artesanías Las Pallas
Calle Cajamarca 212, Barranco-Lima-Perú
Inauguración: sábado 29 de octubre, 11 am
Abierto de lunes a sábado, 10 am a 7 pm






miércoles, 14 de septiembre de 2016

lunes, 12 de septiembre de 2016

miércoles, 24 de agosto de 2016

Iconografía mochica - libro de Jürgen Golte

Libro:
"Iconos y narraciones: La reconstrucción de una secuencia de imágenes Moche" de Jürgen Golte

(Instituto de Estudios Peruanos,  1994, Lima)

Versión pdf en https://goo.gl/TJtqiW

 

martes, 9 de agosto de 2016

Homenaje a Tom Zuidema

Nos es sumamente grato invitarlos al homenaje a Tom Zuidema en el Cusco, espacio que este gran etnohistoriador recorrió e investigó con pasión y rigor durante seis décadas. 
 
Desde diferentes enfoques, los investigadores Antoinette Molinié, Ricardo Valderrama, Bruce Mannheim y Pablo Sendón expondrán sobre los aportes de Zuidema a los estudios andinos.  La ocasión también será propicia para presentar su libro "La civilización inca en el Cusco" (Ceques, 2016), con la participación de Carmen Escalante y Jean-Jacques Decoster (comentarios) y Karina Pacheco (directora de Ceques).
 
El homenaje se realizará en el Salón de Grados de la UNSAAC (Plaza de Armas del Cusco) el jueves 11 de agosto de 2016 a las 11 am.
 
La entrada es libre.
 
 
Ceques Editores
 



miércoles, 15 de junio de 2016

Teatro quechua: "La Tragedia de la muerte de Atahuallpa de Jesús Lara, historia de una superchería literaria" - C. Itier



La Tragedia de la muerte de Atahuallpa de Jesús Lara, historia de una superchería literaria
César Itier (Institut National des Langues el Civilisations Orientales. Paris-Francia).  


Publicado originalmente en: Anuario de estudios bolivianos, archivísticos y bibliográficos.  Sucre (Bolivia),  Ediciones Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, N°15, 2009, pp. 215-229]


En varios pueblos de Bolivia y Perú se representa cada año la captura y ejecución de Atahuallpa por  los españoles como parte de las celebraciones del santo patrono de la localidad.  Si bien algunas de estas representaciones son puramente gestuales e incluyen batallas fingidas, la mayoría de ellas consiste en una verdadera obra de teatro, siempre bilingüe -los Incas se expresan en quechua y los españoles en castellano-.  Suelen incluir también cantos corales de mujeres -las pallas o ñustas- y muchas veces, danzas.  Aunque en algunos casos distintos pueblos representan variantes de una misma obra, las "muertes de Atahuallpa" forman un conjunto de piezas distintas sobre un mismo tema, que no se derivan de un prototipo común.  Todavía no es mucho o que se ha avanzado en el conocimiento de la historia del teatro andino (1) y no sabemos aún cuándo nació ni cómo se difundió en los pueblos de Bolivia y Perú la costumbre de dramatizar durante los festejos patronales, los acontecimientos de Cajamarca.  Es de advertir sin embargo, que no se conoce por el momento ninguna fuente anterior a inicios del siglo XVIII que mencione la existencia de tales representaciones(2).    También hacen falta estudios etnográficos que permitan entender cómo los diferentes sujetos o grupos sociales partícipes de estas fiestas entienden las representaciones.

Las interpretaciones que se han ofrecido de aquel fenómeno histórico varían mucho según la o las version(es) sobre la(s) que los estudiosos han centrado su atención: los análisis que se han hecho de las variantes efectivamente escenificadas en los pueblos revelan su parentesco con los combates hispanos de "moros y cristianos" al mismo tiempo que con los géneros áureos de la comedia y el auto sacramental(3); en cambio, quienes han tomado como versión prototípica la famosa Atau Wallpaj p'uchukakuyninpa wankan o Tragedia de la muerte de Atahuallpa, publicada por el poeta y ensayista Jesús Lara (1898-1989) en 1957(4), ven en el teatro andino de la muerte de Atahuallpa el resto de una tradición dramática de origen prehispánico(5).  Cabe recordar que no se conoce manuscrito alguno de Tragedia, ni siquiera bajo la forma de una transcripción paleográfica.  En la presentación de su edición del texto, Jesús Lara hace un relato novelesco de cómo el manuscrito llegó a sus manos: le fue ofrecido a la venta en 1955 por un comerciante venido de una lejana provincia del departamento de Potosí(6), Lara no lo pudo comprar ni hacer comprar por la universidad de Cochabamba, fotografió solamente sus primera y última páginas, reproducidas en su edición de 1957, y transliteró directamente el resto según el sistema gráfico establecido por el Congreso Indigenista de La Paz en 1954.  Luego el dueño del manuscrito desapareció y nunca se volvió a saber de él.  Por otra parte, Tragedia se distingue de todas las demás versiones conocidas por el hecho de ser monolingüe -los personajes españoles no hablan sino que se limitan a mover los labios- y carecer prácticamente de préstamos del castellano.  Según Lara, esta obra hubiera sido compuesta por un sabio inca sobreviviente a la conquista, de acuerdo a las pautas del teatro incaico.  Se habría conservado con relativa fidelidad a través de una serie de copias que desembocaron en el manuscrito que Lara dice haber encontrado en 1955 y que está fechado en Chayanta en 1871.  Para él, Tragedia reflejaría con mayor fidelidad que cualquier otra versión, un prototipo indígena del siglo XVI, y las representaciones folklorizadas que existen en la actualidad se derivarían todas de esa obra primigenia.

En un artículo publicado en el año 2000, he presentado las pruebas textuales de que Tragedia es una falsificación hecha por el mismo Lara y que, por lo tanto, no puede ser tomada en cuenta en el debate sobre el origen histórico y cultural de la tradición de las representaciones de la muerte de Atahuallpa.  Mostré en particular que, pese a exhibir un gran purismo léxico, Tragedia está redactada en un quechua muy profundamente interferido por el castellano, tanto en sus estructuras sintácticas como semánticas.  Quien compuso esta obra la pensó en español.  El análisis filológico que llevé a cabo me permitió identificar los textos que Lara ensambló y transformó para redactar Tragedia:

  1. Tomó como base el manuscrito de una versión que se representaba en el pueblo de Santa Lucía (provincia de Cliza, dept. de Cochabamba)(7). 
  2. Completó esta base con extractos de la pieza que se representaba en Toco (prov. de Cliza, dept. de Cochabamba).  Estos extractos habían sido incluidos  por Mario Unzueta en su novela Valle (1945), aunque solamente en traducción española, y Lara los retradujo al quechua. 
  3. Tragedia también se vio enriquecida con la adpatación de algunas partes del famoso Ollantay, en el que Lara veía una obra dramática precolombina pero del que sabemos ahora que fue escrito en 1782 por el cura cuzqueño Antonio Valdez(8).

Tragedia es pues, un "patchwork" en que se mezclan préstamos textuales, restituciones, traducciones y composiciones.  Entonces ¿Jesús Lara falsario?  Con el objetivo de entender lo que representó para Lara el acto que hoy nos aparece como una falsificación, examinaré aquí el contexto histórico y personal en el cual escribió Tragedia.


Lara y el espejismo de la existencia de un teatro incaico

Jesús Lara se formó intelectualmente en el momento de mayor auge de la corriente ideológica hoy conocida bajo el nombre de "indigenismo": las décadas de 1910 y 1920.  El Perú fue probablemente el  país donde esa corriente alcanzó mayor desarrollo.  Conscientes del papel que desempeñan las literaturas en la consolidación de identidades colectivas, varios intelectuales cuzqueños asumieron el reto de promover una literatura nacional en quechua -las élites andinas eran en aquel entonces bilingües-.  A inicios de la década de 1890  empezaron a escribir y a hacer representar obras dramáticas en dicho idioma en el Cuzco: en cinco décadas se creó más de un centenar de dramas quechuas de temas incaicos que dieron lugar a miles de representaciones(9).  El Cuzco conoció entonces, aunque en forma efímera, "la hora de los renacimientos" por la que habían pasado en la segunda mitad del siglo anterior, muchas de las culturas y lenguas rurales de Europa.  

Al tomar como modelo el drama quechua Ollantay, que creían prehispánico, los quechuistas cuzqueños pretendían continuar y desarrollar la tradición cultural y lingüística incaica, cancelando el paréntesis colonial.  Tenían una confianza absoluta en que la erudición histórica, cierta inspiración en la tradición oral, la fidelidad al modelo ollantino, su dominio de la lengua y el hecho de compartir con los indígenas y los Incas lo que llamaban "el espíritu de la raza", les permitiría producir una literatura auténticamente incaica, es decir, escribir las obras que los incas hubieran podido crear si la Conquista española no hubiera interrumpido el desarrollo autónomo de su cultura.  Por esta razón estas obras dramáticas fueron conocidas en su época como "dramas incaicos".  Esta fe los llevó no pocas veces a coquetear con lo apócrifo, aunque nunca con intenciones engañosas.  Mariano Rodríguez por ejemplo, subtituló Ima Sumac (1900) como "Drama original incaico del siglo XIV".

Este impulso cultural alcanzó su mayor intensidad entre 1913 y 1921, época en que compañías cuzqueñas realizaron giras muy exitosas a Puno, Bolivia, Arequipa, Lima y el centro del Perú.  En 1917 Jesús Lara, aún adolescente, tuvo la oportunidad de asistir a una representación de Ollantay en quechua, dada por una compañía cuzqueña en el Teatro Achá de Cochabamba(10).  Más tarde, relataría esta experiencia decisiva en la emergencia de su vocación indigenista:

Poco tiempo después hubo un acontecimiento de singular importancia para mi vida intelectual, una revelación que me señaló el camino que me debía llevar a descubrir un mundo celosamente soterrado, primero por nuestros colonizadores españoles y en seguida por sus herederos de la República. [...] Decir que [el espectáculo] me pareció maravilloso no expresaría ni aproximadamente la verdad.  Me sentí transportado a un mundo inverosímil en el que los personajes de excepcional jerarquía hablaban un quechua majestuoso y opulento.  No había en el mundo una madre más amorosa y comprensiva que la qoya Anawarki, ni una mujer que amase con tanta intensidad, con tanta pasión, como Kusy Q'oyllur, ni un padre tan inflexible y tonante como el Inka Pachakútij, ni un enamorado como Ollanta, que contrariado en sus pretensiones y sintiéndose capaz de demoler montañas, le declaró guerra al imperio.  Y los arawis, cuya belleza tan acabada solo por un gran poeta pudo haber sido obtenida, y su música tan tierna, tan dulce y tan doliente al mismo tiempo, que parecía fluir de mi propio corazón.

Esta revelación trazaría el rumbo de su vida posterior:

Sumido en profundas reflexiones salí del teatro.  "He aquí -me decía- que mi raza no es ni fue tan poco dotada ni tan miserable como la consideran los que creen que llevan sangre azul en las venas.  Este drama es todo un monumento y asimismo un testimonio.  Un pueblo que dejó una creación como ésta ha tenido que llegar a un muy alto nivel de civilización, [...] el Ollanta me sacudió de tal modo, que tenía la impresión de un zangoloteo sísmico que hubiese echado al aire un cosmos maravilloso por siglos dormido bajo tierra.  Y decidí vivir para ese mundo, explorarlo, establecerme en él, y si llegaba el caso, explotarlo (11). [el subrayado es mío]

En una entrevista dada en 1978 explicó más detalladamente cómo esta experiencia lo llevó a iniciar pesquisas sobre el teatro incaico:

Vi que el Ollanta era una obra formidable.  Y si era de mis antepasados -yo me he creido siempre más indio que español-, me pareció algo extraordinario.  Me dije que si los incas compusieron una obra como ésta, han debido componer otras muchas y ese pueblo ha debido ser un gran pueblo,  sumamente evolucionado, porque el teatro aparece cuando el pueblo ha llegado a una altura  considerable.  Desde entonces comencé a inquietarme, a buscar documentos, a buscar libros.  Años después fui nombrado Director de la Biblioteca Municipal.  A esa biblioteca le debo todo.  Allí encontré los Comentarios Reales de Garcilaso de la Vega; devoré la obra y saqué mucho provecho.   Encontré que los incas tuvieron teatro y muy desarrollado(12).

Lara recibió el impacto directo de la dramaturgia quechuista cuzqueña, y compartió ciegamente la fe  intensa de los cuzqueños en la autenticidad incaica de Ollantay.  Nacido en una familia mestiza rural pobre, Lara destacó muy joven por su excepcional sensibilidad literaria.  En una sociedad marcada por un fuerte racismo, sintió que la existencia de una obra como Ollantay lo reivindicaba en primer lugar a él.  Esta convicción de que el patrimonio literario incaico confería dignidad a quienes podían aparecer como sus herederos, se articuló finalmente con su militantismo político a favor de los campesinos andinos de Bolivia.  En una entrevista que le hizo Josep Barnadas en 1978 contó que decidió escribir su libro sobre la poesía quechua, publicado en 1947, a raíz de una conversación con el poeta argentino Arturo Capdevilla, en la que el escritor boliviano fracasó en demostrar a su colega porteño que los indios no eran una raza inferior porque habían producido una gran literatura, en particular en su época de mayor desarrollo cultural, el Tahuantinsuyo.  Las pesquisas de Lara estuvieron guiadas ante todo por una voluntad de demostrar, mediante la historia literaria, una verdad: Los "aborígenes no eran una raza inferior. En la misma entrevista explicó que: 

Veía que el indio de mi tierra vivía oprimido y menospreciado, y no faltaban quienes sostenían que él no tenía pasado ni futuro y que su destino era seguir sirviendo a la clase dominante.  Yo sabía que no era así y me propuse demostrar que el indio tuvo un pasado esplendoroso.  De este modo escribí La poesía quechua, La literatura de los quechuas y La cultura de los Inkas. [el subrayado es mío]

Éste fue el contexto de fe y militancia en el que Lara "descubrió" Tragedia.  Sus trabajos sobre la literatura quechua deben situarse dentro del contexto del indigenismo de su época de formación, para el cual la existencia de un teatro inca es un elemento clave de la demostración del alto grado de cultura que habían alcanzado los pueblos andinos en la época de los incas.  Lara sigue la tradición de su tiempo al elegir esta esta manera de afirmar una identidad cultural.


Formación de un horizonte de espera para Tragedia

La publicación de Tragedia en 1957 interviene en un momento particular de la investigación sobre lo que se venía llamando desde el siglo anterior "la literatura incaica".  En la segunda mitad del siglo XIX, el entusiasmo suscitado por el encuentro del Ollantay creó una expectativa por encontrar otros dramas indígenas antiguos.  Autos sacramentales y comedias quechuas como El hijo pródigo, Usca paucar y El pobre más rico, de los que por entonces circulaban manuscritos, por ser obras claramente cristianas, no podían satisfacer esa demanda de autenticidad autóctona, y de hecho, no fueron publicadas hasta muchos años más tarde.  En el capítulo de su Gramática dedicado a la literatura vernácula, el peruano José Dionisio Anchorena había mencionado la existencia de un drama quechua sobre el tema de la muerte de Atahuallpa(13).  El dato llamó la atención de Gavino Pacheco Zegarra, editor y traductor de Ollantay al francés, quien reprodujo la información proporcionada por Anchorena(14). El filólogo alemán Ernst Von Middendorf buscó la obra en vano(15).  Hacia 1900 Adolfo Vienrich asistió en Tarma a una representación popular bilingüe conocida en esa ciudad como "Pantomima los Incas", cuyo tema era la captura y muerte de Atahuallpa.  La describió y transcribió los coros en quechua en sus Azucenas quechuas (1905), opinando que la obra era de origen incaico(16).  En 1942 José María Benigno Farfán publicó un hermoso poema quechua anónimo sobre el tema de la muerte de Atahuallpa, Apu Inka Atahuallpaman.  Muy probablemente influido por la convicción que se había creado de la existencia de un drama autóctono sobre la muerte de Atahuallpa, advirtió que "esta pieza parece un fragmento de un drama"(17).  Aunque este texto, que procedía del cantoral de un músico cuzqueño, presenta una factura erudita típica el siglo XIX, tanto J.M.B. Farfán como José María Arguedas creyeron que era una joya "del espíritu lírico de la población indígena del Perú"(18).  En el Congreso de Peruanistas de 1951 -al que asistió Jesús Lara-(19), Teodoro Meneses reveló haber encontrado ocho años antes el manuscrito de un drama quechua procedente de la sierra central del Perú, titulado La muerte de Atahuallpa y fechado en 1932, que publicó muchos años después(20).  Prudentemente, Teodoro Meneses no se pronunció sobre el origen histórico cultural de la obra, pero el anuncio de su hallazgo contribuyó a que creciera la expectativa alrededor del misterioso drama.  Por fin, en 1955, Clemente Balmori publicó el primer texto vinculado a la tradición dramática de la muerte de Atahuallpa.  El libreto había sido encontrado en Oruro en 1942 por la profesora Ena Dargan, y a pesar de que la mitad de él estaba en español, Balmori no dudó que era de origen prehispánico.  Cuatro años después del Congreso en que Teodoro Meneses revelara haber encontrado un manuscrito de la "muerte de Atahuallpa", y unos meses después de la publicación del libro de Balmori, en un momento de gran expectativa por encontrar nuevos testimonios de esa reliquia del teatro de los incas, Lara "descubrió" Tragedia.


Lara, inventor de una literatura quechua prehispánica

Ya en La poesía quechua (1947), Jesús Lara dejó ver que se habían borrado para él las fronteras entre deseo y realidad.  En ese momento, Tragedia aún no había llegado a sus manos, y no conocía de la obra más que la descripción y traducción al castellano de algunos fragmentos que publicara Mario Unzueta en su novela Valle en 1945.  Sin embargo, dejó escapar algunas afirmaciones que muestran que el texto quechua ya había cobrado existencia para él: "el poema se halla compuesto en un quechua de asombrosa pureza"(21). "Este poema se presenta pues, como el testimonio que hacía falta, por su carácter de inobjetable, para probar en última instancia la existencia de una gran cultura poética entre los quechuas precolombinos"(22).  "Si bien no han llegado hasta nosotros muchas obras mantenidas en su pureza e integridad, a la manera de Ollántay y de Atawallpa, en cambio hay testimonios suficientes que prueban que el teatro era un arte muy conocido entre los indios de la era precolombina"(23).  "El lenguaje, la técnica y la esencia del poema pertenecen íntegramente al pueblo quechua.  La obra nació antes de que los invasores hubiesen atrapado en el cepo de su intervención al espíritu del indio"(24).  Poco importaba que no conociera todavía ningún texto quechua de la obra, ni siquiera un verso de ella.  La traducción parcial de Unzueta le permitía imaginar el original con toda precisión.  Sólo le quedaba a Lara dar una existencia concreta a la obra que había cobrado realidad en su mente.  Cuando a inicios de 1955, inmediatamente antes de "encontrar" el texto de Tragedia.  C. Guardia Mayorga le prestó su copia de la versión de Santa Lucía, Lara pensó en hacer una edición de la misma. Pero como lo explica en una entrevista de 1978, no se resolvió a publicar un texto cuyo quechua estaba lleno de préstamos del castellano:

Me lo prestó y yo me lo copié.  Lo fundamental de la obra estaba en el manuscrito, pero muy intervenido por el castellano, y en ese estado no merecía ser publicado.  No sabía cómo preparar la edición hasta que ocurrió otro incidente [el encuentro con el misterioso comerciante potosino]. (25)

En efecto, Lara pensaba que el único quechua que merecía interés era el "quechua puro" de los incas:

[José María] Arguedas era partidario de conservar tal como se había dado el quechua mestizo, en cambio yo era partidario de devolverle sus valores antiguos, sus valores clásicos, y de depurarle  de todo castellano que introdujeron los colonizadores y después los criollos(26).

Al preguntarle un entrevistador por qué no había traducido sus obras al quechua, Lara contestó:

No lo he hecho por el siguiente motivo: tendría que traducirlas al qheshwa primitivo, al qheshwa  verdadero, al qheshwa puro; pero entonces nadie me entendería.  El qheshwa  de ahora está deformado completamente.  Suelo estar en contacto permanente con los indios, pero cuando les hablo en el qheshwa  que yo sé, no me entienden.  Ellos hablan el qheshwa mestizo(27).

Por lo tanto, Lara se encontraba ante un dilema: pretendía saber el quechua "verdadero" pero no podía escribir en él sus obras literarias, pues el público quechua hablante de su tiempo no las hubiera entendido. Tragedia le ofrecía la oportunidad de concretizar su competencia lingüística: le "devolvería" a una obra quechua su primitiva pureza, la "depuraría" del castellano introducido por el colonizador y restituiría lo "fundamental" de ella.  Porque vendría acompañada de una traducción, esta obra restaurada y destinada a un público académico no sería, como lo hubiera sido una novela en quechua "puro", un fracaso comunicativo.  La publicación de Conquista en 1955 y el manuscrito que le prestó Guardia Mayorga ese mismo año, le acababan de proporcionar los elementos que le faltaban para dar una existencia tangible a la obra que había imaginado  tan apasionada y concretamente al leer Valle unos años antes.  Lo confirma un hecho singular: Jesús Lara le devolvió a Guardia Mayorga un texto que en realidad, no era el que éste le había prestado(28).  Si no quiso que el manuscrito de Santa Lucía se conociera [como era originalmente] fue sin duda porque fue el punto de partida de su fraude.

En realidad, la elaboración de Tragedia prolonga y amplifica los procedimientos a los que acudió en La poesía quechua (1947) y en La literatura de los quechuas (1961).  El ensayista cochabambino incluyó en estas antologías los textos rituales contenidos en las crónicas de Cristóbal de Molina [El Cusqueño] y Juan de Santa Cruz Pachacuti, que habían planteado difíciles problemas de lectura a quienes habían intentado editarlos y traducirlos, así como los cantos incluidos en la Nueva Coronica de Felipe Huamán Poma de Ayala.  Tales como los editó, estos textos -sobre todo los de las dos primeras crónicas- tienen poco que ver con los originales.  Lara se enfrentó en efecto, con dos tipos de problemas de lectura: los que engendraron los errores de transcripción que presentaban las ediciones a su disposición (pues no tuvo acceso a los manuscritos originales) y los que se debían a las diferencias existentes entre el quechua cochabambino moderno -su variedad- y la lengua de los textos  -quechua cuzqueño del siglo XVI-.  Un texto refleja en principio una lengua, una variedad  dialectal o una etapa en el desarrollo de aquéllas, de modo que la interpretación de cualquier texto antiguo requiere definir la lengua en la que está redactado, pues la identificación de sus componentes depende de ella.  Lara, que era autodidacta y no tenía idea de filología, no se planteó tales problemas y obvió las dificultades de interpretación que se le presentaron, agregando, suprimiendo y cambiando sílabas y palabras, al extremo de reescribir los textos de acuerdo a lo que, en su criterio, debían haber sido.  Por añadidura, Lara no le señaló al lector que había hecho sufrir alteraciones a los textos.

Por otra parte, no vaciló en incluir en su antología de la literatura quechua prehispánica, poemas procedentes de cancioneros modernos (como aquellos, inéditos [que nadie vio, excepto el], de los bolivianos Vásquez y Méndez, o el que había publicado el peruano Farfán), o de la Antología ecuatoriana de Juan León Mera.  Para asignar estos textos a la época incaica, Lara se basó únicamente en dos criterios: la ausencia de referencias explícitas al cristianismo y la pureza idiomática -o lo que le parecía tal-.  

Ahora bien, Lara ignoraba totalmente la riqueza de la literatura erudita republicana, en particular de la tradición purista e incaísta del Cuzco, a la que se deben muchos de los textos que presenta como incaicos.  Algunos de los cantos que tomó de la antología de Farfán y presentó como prehispánicos, son en realidad, obras compuestas en el siglo XX y que fueron muy populares en el Cuzco: Intillay rawraninñan por ejemplo, es el segundo harawi de la tragicomedia T'ikahina que Nemesio Zúñiga Cazorla escribió en 1917(29).  Más tarde, en La literatura de los quechuas, contó que un "indio" de Apoyaya le había revelado haber presenciado la representación de un drama en un quechua puro, de tema incaico, titulado Utqha Páuqar.  Aunque no pudo conseguir el texto de Utqha Páuqar, reseñó la  obra en La Literatura... reproduciendo el argumento tal como se lo había narrado su informante, y presentando el drama como "indiscutiblemente prehispánico"(30).  Sin embargo, el resumen que  proporciona muestra que Utqha Páuqar no es sino Utqha Maita, drama escrito por Mariano Rodríguez en 1914, y que debió formar parte del repertorio de una de las compañías incaicas cuzqueñas que viajaron a Bolivia entre fines de la década de 1910 y principios de la de 1920.  Son sólo unos cuantos ejemplos de la ligereza y arbitrariedad con las cuales Lara constituyó y estableció un corpus de literatura prehispánica.  No obró de otra forma al "purificar", reescribir y completar Tragedia.  Ésta no hace sino llevar a su extremo la mistificación histórico literaria iniciada en el ensayo de 1947.


Conclusión

Tragedia reúne todas las características de la tradición de la falsificación en la literatura occidental: la de un documento original, vagamente mencionado en una fuente antigua, encontrado en un lugar difícilmente accesible e impreciso(31), luego copiado y finalmente perdido.

Por más escaso que sea el mérito literario de esta obra -pues está plagada de calcos del español-, el caso de Tragedia es ejemplar porque presenta un proceso particularmente completo de superchería  literaria.  Primero porque la aparición del documento falso está precedida por una espera  constituida paulatinamente, a lo largo de varias generaciones.  Luego porque, quince años después  de su publicación, un incauto antropólogo extranjero [Nathan Wachtel] asegura la fama del documento al utilizarlo como su fuente principal sobre la "visión de los vencidos".

Por fin, el extraordinario texto es objeto de varias reediciones(32) en las que la cuestión del origen del documento no se considera como un problema sino como ya resuelta por los estudiosos anteriores.  Aun cuando varios autores presentan pruebas filológicas del fraude, la obra sigue suscitando una captación sentimental -entre quienes sólo la pueden leer en versión castellana- y se mantiene cierta creencia en su autenticidad.

Es probable que Lara pensara que la erudición histórica y lingüística que creía tener, así como su identificación espiritual con el mundo autóctono, garantizaban la autenticidad cultural de los "retoques" que había hecho sufrir al texto de base.  Su mentira en cuanto a las circunstancias en que el manuscrito había llegado a sus manos debió parecerle excusable y necesaria porque la llevaba a efecto del bien de una categoría social explotada y despreciada.  Como él mismo lo relató, su vocación fue, desde aquel día en que asistió a una representación de Ollantay, la de dar dignidad al pueblo quechua a través de la literatura y el ensayo.  Por eso, su actitud ante la cultura incaica fue la de un apologista y no de un historiador y un filólogo.  Sin embargo, la identificación y la edición de textos quechuas antiguos hubieran exigido que lo fuera.

Hoy, Tragedia debe mirarse como una curiosidad producida por el indigenismo tardío y no como un testimonio del teatro popular andino, ni menos de un teatro incaico.


Notas

01. Los estudios más importantes al respecto son los de Berta Ares (1992) y Pierre Duviols (1999, 2000)
02. La referencia más antigua es la del viajero francés A. Frézier (1995 [1716] : 249-250) y concierne al Perú.
03. Por ejemplo, los estudios ya citados de B. Ares y P. Duviols
04. La citaré aquí a través de su reedición de 1989
05. Por ej. Watchel (1971), que no analiza ninguna otra variante y repite las afirmaciones de Lara sin examen crítico, o Husson (2001), que considera la Tragedia como el reflejo cercano de un prototipo común a toda esa tradición, también tomando al pie de la  letra lo que Lara escribe en el estudio preliminar de su edición de esta obra.  El prestigio académico de Wachtel contribuyó a reforzar la tesis de Lara según la cual Tragedia y la tradición folklorizada que se derivaría de ella, constituirían los restos de una dramaturgia andina prehispánica.
06. Lara, J. 1989, p. 23
07. Copiado por el peruano César Guardia Mayorga, quien se lo prestó a Lara en 1955
08. Itier, C. 2006
09. Itier, C. 1995, 2000a
10. Se trata probablemente de la de Nemesio Zúñiga Cazorla.
11. Lara, J. 1975, pp. 253-255
12. Lara, J. 1980, pp. 22-23
13. "Entre los dramas más notables del quechua se cuenta el de Ollanta.  Uscapaukar, la muerte de Atahuallpa, la de Titu Cusi Yupanqui y otros pequeños que aún se representan en algunos pueblos del  interior, en la octava el Corpus Christi e invención de la Cruz" (1874, . 140).  Lara conocía el  libro de Anchorena y tomó de ese autor su tipología de los géneros de la literatura quechua.  Su empleo del término wanka, con el significado de "tragedia" -que figura en el título mismo de Tragedia- procede de Anchorena, quien escribe: "El huancay y el aranhuay son poesías dramáticas, que no se cantan, correspondientes el primero a la tragedia, y el segundo a la comedia, y se componen de versos sueltos  ó asonantes de ocho a diez sílabas" (1874, p. 140).  Anchorena es el único autor, antes de Lara, en establecer una relación entre wanka(y) y tragedia.  En la actualidad el término wanka designa, en quechua ayacuchano y cuzqueño, un canto de siembra ejecutado por mujeres que se tapan la boca con su vestido, y en el quechua del norte del dept. de La Paz, cualquier tipo de canto.  Su acuñación en el sentido de "tragedia" carece totalmente de base lingüística, como también sucede con casi todo el resto del vocabulario meta literario quechua empleado por el autor peruano (y en consecuencia, por Lara).
14. Pacheco Zegarra, G. 1878, p. LXXXiX
15. Middendorf, E. 1891, prólogo
16. Vienrich, A. 1999, pp. 51-53
17. Farfán, J.M.B . 1942, pp. 543-546
18. Anónimo, 1955, p. 5
19. Lara, J. 1986, pp. 60-68
20. Meneses, T. 1981-1986, pp. 3-170
21. Lara, J. 1947, p. 67.
22. Lara, J. 1947, pp. 67-68
23. Lara, J. 1947, p. 93.
24. Lara, J. 1947, p. 107.
25. Lara, J. 1980, p. 38-39
26. Lara, J. 1980, p. 26
27. Lara, J. 1980, p. 160
28. Itier, C. 2000a, pp. 105-106
29. Itier, C. 1995.
30. Lara, J. 1961, pp. 90-91
31. Lara apunta solamente que el dueño vivía "en una comarca de la provincia Alonso de Ibáñez en Potosí", p. 23.
32. Meneses, T. 1983, Silva Santisteban 2000, Husson 2001.




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Kero con escenas de batallas entre incas y españoles
(Imagen incluida en Bruinaud 2012, tomada de Flores Ochoa et al., 1998: XIV)